Acabamos el año. Imposible hacer recuento de todas las personas que hemos conocido sin olvidarnos de alguien. Clientes, nuevos amigos, clientes que se han convertido en amigos… Con todos hemos aprendido y hemos disfrutado, pero sin desmerecer al resto ni mucho menos, hay un grupo de personas que nos han enseñado algo muy especial, que también se puede ver con las manos. Es muy poquito lo que vemos comparado con ellos claro, pero intentaremos mejorar.
Hemos tenido la suerte de participar en el programa de Turismo Accesible de Arousa Norte, concretamente en los paquetes destinados a personas ciegas. No vamos a tratar aquí del impecable trabajo de la mancomunidad, ni de los anfitriones que desde luego se han volcado en el proyecto. Lo que queremos resaltar es lo que hemos recibido a cambio de estos visitantes.
Principalmente nos hemos dado cuenta de lo torpes que somos, unos más que otros claro, pero más que ellos sin duda. Y es que hay que ver cómo se mueven por lugares dónde no nunca han estado. Pero ya cuando les oyes contar a dos de ellos su viaje a Nueva York (y no en grupo, los dos solos) y te van retratando la ciudad, los museos que han visto, cómo se mueven en transportes públicos…ya no sólo te sientes torpe, más bien lo siguiente. Y ya el colmo es cuando te dicen que fue espectacular cuando encendieron el alumbrado en Times Square. ¿¿Pero no son ciegos??
Hemos visto cosas que hasta ahora nos habían pasado desapercibidas, como el bordado en piedra de la almohada de ese sepulcro por delante del cual habíamos pasado mil veces, o un minúsculo pelícano incrustado en una columna. Hemos explicado cientos de veces algún monumento, pero con ellos los hemos vuelto a descubrir. Los pequeños detalles cobran una importancia especial.
Pero el momento más surrealista que hemos vivido en estos viajes (no diremos con quién y sobre todo dónde porque no debíamos estar allí), es cuando uno de ellos arranca por unas escaleras de caracol a oscuras. Nos invita a seguirle y se produce esta situación absurda:
Él: vamos, subimos por aquí.
Yo: no se puede.
Él (ya subiendo): venga vamos!!
Yo (en crisis): ES QUE NO VEO!! Está la luz apagada..
Él: no te preocupes, yo te llevo…
No queremos dar nombres porque serían muchos, ni queremos caer en tópicos edulcorados que para eso ya están los anuncios de Navidad, sólo deciros: QUE HA SIDO GENIAL TRABAJAR CON VOSOTR@S!!